Hace unos quince días, aproximadamente, el amigo Javichu me dio una llamada telefónica en la que me proponía hacer una ruta por las estribaciones del macizo de PEÑA CABARGA. Mi respuesta fue afirmativa, aunque el motivo no fuera más que por hacerle compañía. Más aún, cuando está un poco en horas bajas, como consecuencia de algunos problemillas de salud, que, para mayor decepción, le obligaron a anular su proyectada marcha a Pirineos con los compañeros del Grupo 2000 y Pico.
Arrancamos desde la N-634, desde el pueblo de San Salvador. El día se presentaba con abundante calor y sol. No nos importaba ese aspecto, pues al discurrir nuestra ruta por carretera, al principio, y después por caminos y pistas antiguas que usaban y usan, aunque en menor medida, los vecinos de estas localidades aledañas al Pico Llen o Peña Cabarga, no presentaba grandes problemas. La sombra del a veces tupido monte, y la frescura del suelo nos resguardaba de los rayos del sol que incidían despiadadamente sobre nosotros y nos aliviaba en gran medida el sofocante calor que se dejaba notar. La ruta está bien marcada pues va discurriendo por pista y sendero constantemente. No obstante hay que ser precavido y no despistarse en los cruces para que la ruta no se desvíe a Socabarga o a Santiago de Heras. Con esas premisas tenidas en cuenta, se puede decir que es un paseo ameno y muy sencillo que no ofrece mayor dificultad, y menos si se está un poco habituado a marchas por la montaña. Hasta que no se pone el pie en el terreno de esta zona, no se explica la existencia de estos vericuetos tan bonitos y tan aprovechables.
Hemos realizado por estos terrenos un par de marchas con algunas variantes sin trascendencia, y ciertamente que siempre se encuentra algún aliciente novedoso que diferencie una marcha de otra. Merece la pena darse una vuelta por estos parajes para saber que a un paso de casa existe algo así. Como la marcha en sí es corta, una vez concluida en el aparcamiento del Monumento a la Marina de Castilla. Y así, para intentar no perder la forma, sin olvidar el handicap de la salud, un poco cansado Javichu, coronó valientemente la cumbre de los 569 m., y para reponer energías nos tomamos un trago y un tentempié y recuperado el resuello, iniciamos el descenso tranquilamente.
NOTA.- Hay un desajuste en la hora marcada en las fotos. Es un fallo de programación.
Arrancamos desde la N-634, desde el pueblo de San Salvador. El día se presentaba con abundante calor y sol. No nos importaba ese aspecto, pues al discurrir nuestra ruta por carretera, al principio, y después por caminos y pistas antiguas que usaban y usan, aunque en menor medida, los vecinos de estas localidades aledañas al Pico Llen o Peña Cabarga, no presentaba grandes problemas. La sombra del a veces tupido monte, y la frescura del suelo nos resguardaba de los rayos del sol que incidían despiadadamente sobre nosotros y nos aliviaba en gran medida el sofocante calor que se dejaba notar. La ruta está bien marcada pues va discurriendo por pista y sendero constantemente. No obstante hay que ser precavido y no despistarse en los cruces para que la ruta no se desvíe a Socabarga o a Santiago de Heras. Con esas premisas tenidas en cuenta, se puede decir que es un paseo ameno y muy sencillo que no ofrece mayor dificultad, y menos si se está un poco habituado a marchas por la montaña. Hasta que no se pone el pie en el terreno de esta zona, no se explica la existencia de estos vericuetos tan bonitos y tan aprovechables.
Hemos realizado por estos terrenos un par de marchas con algunas variantes sin trascendencia, y ciertamente que siempre se encuentra algún aliciente novedoso que diferencie una marcha de otra. Merece la pena darse una vuelta por estos parajes para saber que a un paso de casa existe algo así. Como la marcha en sí es corta, una vez concluida en el aparcamiento del Monumento a la Marina de Castilla. Y así, para intentar no perder la forma, sin olvidar el handicap de la salud, un poco cansado Javichu, coronó valientemente la cumbre de los 569 m., y para reponer energías nos tomamos un trago y un tentempié y recuperado el resuello, iniciamos el descenso tranquilamente.
NOTA.- Hay un desajuste en la hora marcada en las fotos. Es un fallo de programación.
El maestro Javichu en posición de arrnaque dispuesto a no defraudar.
Las pistas muy practicables y frescas.
Un grupo de eucaliptos que nos "asombraban" en la marcha.
Otro aspecto de la pista fresca y con sombra.
El maestro Javichu en pleno ejercicio.
Al fondo, cota que vista al Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Justyn, el primero; luego, El Astillero, Maliaño y al fondo la Peña de Peñacastillo.
El maestro con la cumbre de Peña Cabarga al fondo.
Un sombrío pinar en el camino.
Caminando por entre las sombras.
El maestro rehidratándose con el "Pirulí" al fondo.
La crestería del macizo de Peña Cabarga. Alfodo se dibujan la Picos de Europa.
El caminante dando los últimos pasos de la ascensión, ¡pero por detrás de la barrera!
Las Antenas de Radio Nacional y TV y Retevisión, final de la ascensión, pero que no las escalamos.
El maestro Javichu dando fe de la cumbre conseguida.
