El que se pierde es el que encuentra nuevas sendas (NILS KJAER)

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jueves, 16 de agosto de 2012

PEÑA CABARGA II

Como si fuera una novela por entregas, continuamos nuestras ascensiones al Pico Llen o Peña Cabarga, y vamos por la segunda entrega, aunque realmente es la tercera, puesto que de la primera, no hay constancia de documentos, y la segunda es la que aparece publicada ya. En esta ocasión, comienza el discurrir de la marcha desde el Bar Cipri (¡ojo no interpretar mal, que se comienza con una copita! ¡No!). Desde aquí vamos por las pistas que se enredan en la ladera Peñacabarguesa y que aún hacen uso de ellas los lugareños. Después de abandonar el terreno urbano, nos adentramos en el terreno propiamente de monte. En esta ocasión, con gran satisfacción comprobamos que han señalizado las rutas con unos indicadores elegantemente informativos y nos sorprenden gratamente. Bien es cierto que el discurrir de los intrincados senderos y antiguas pistas no nos llegan a causar grandes quebraderos de cabeza. Nos asombra a cada paso el panorama montañero que vamos cruzando, y que, si no es in situ, no se imagina uno que en estos espacios exista una serie de rutas o "rutillas" por donde perderse y gozar de la naturaleza y sus atributos. Y así, con calma serena vamos ascendiendo con paso sosegado hasta alcanzar la cumbre del Pico Llen. El último repecho, cuando vamos descubiertos por la vegetación, el sol nos castiga implacablemente y nos hace sudar, pero lo solventamos con una leve brisa que nos alivia gratamente.

Muestra de los nuevos indicadores de rutas.
Morante de espaldas en plena forma y con su estilo de caminar.
Javichu  demuestra que está en su forma y con gran convecimiento.
El sendero cruza un bosque de mirtáceas de eucalipto.
Aquí da la sensación que el  esforzado es Morante y no Javichu.
Con el hermoso fondo de la costa y Santander continúa el ascenso.
Los últimos pasos y definitivos que exigen concentración.

"Unas aficionadas" que no quieren perderse el espectáculo.