Yo conocía esta marcha de antemano, no obstante, me llamó JR para ver si iba a acompañarle, y no pude decirle que no. Entre otros motivos, porque se me quedó algo en el tintero de la vez anterior y que ahora tuve la ocasión de verlo con más detenimiento y con otros ojos de inquisidor. Aparte de todo esto, estaba yo en la idea que por aquellos lares se podían recoger setas, y dado que estábamos en la época de ellas, pues ¿por qué no comprobarlo?
Total, que valoré mejor esta opción de JR, que no la proposición del amigo Bertín (¡huy, cuándo se entere...!) de ir a la zona de Sotres.
A las 08:00 me recogieron y salimos con dirección a mi tierra, pero la dejamos un poco a la izquierda, ¡ya la conozco! Después del cafetito en Aguilar de Campoo, sin más dilación, hasta el aparcamiento de "Los Tejos de Tosande". Por la carretera, llevábamos delante desde Aguilar un autobús de Cantabria, que ¡coincidicencia! iba tambienén a "esta ceremonia". El día, algo triste por las nubes, no nos desanimó, incluso aumentaba la aventura, aunque la niebla nos rondó pero no fue enemigo , ya que estaba por las cumbres altas. La temperatura era ideal para caminar, si bien la humedad por la lluvia caída los días anteriores, se dejaba notar. El panorama era idóneo para el tipo de marcha que nos habíamos propuesto, y así resultó.
JR y Merchee estaban ansiosos por hacer y conocer esta ruta, y, por ello, me decidí a hacer de guía provisional. Aunque, y he de poner un pero, hubo un momento, cuando discurría la marcha por el Arroyo de Tosande para ir a conocer el refugio de la vega, que daba la sensación de que nos íbamos a dedicar a la recogida de setas, pero fue un amago, porque no era nuestro cometido del día, y, aunque sí recogimos una cantidad considerable de senderuelas, el plan siguió con su trazado.
Estamos en la ladera de la Peña Oracada y caída de Peña Cantoral. En el hayedo de antesala de la tejeda, la hoja en el suelo ya anunciaba la proximidad del frío y la plena estación otoñal. Es un terreno que discurre a caballo de dos hondonadas de la ladera, salvando el desnivel del terreno, pero sin mayor dificultad para el uso y disfrute del visitante. La tejeda en si es un amplio espacio con tejos antiquísimos, milenarios y enormes algunos, con un diámetro de 1,5 mts., y en número de unos 743 inventariados, singulares en sus formas y corpulencia y elegantes en cuanto al porte. Queda patente su gran vistosidad y esbelta figura. La zona está muy bien dispuesta y señalizada, con bancadas de pasadizos muy logrados para no dañar las raíces de los tejos y poder moverse más libremente, con nuevas plantaciones bien protegidas para su conservación y crecimiento. Un recinto muy amplio, donde la enorme cantidad de vetustos ejemplares produce una sensación mágica y extraña, pero grata, acrecentada por la penumbra que se deja notar por el ramaje de los tejos que no deja pasar la claridad.
Para hacer completa la ruta, a la salida de la tejeda existe un mirador con unas vistas, si el día está límpido, extensas, y donde nos dispusimos a aliviar nuestras ansias apetitosas. Y a continuación, haciendo una especie de circunvalación a la tejeda, realizamos el descenso por la parte sur, por donde discurre el sendero, salvando un terreno empinado, regresando poco después a la pista que tomamos para la subida, y por ella, poco a poco, llegamos al coche, que teníamos aparcado en el lugar destinado para ello en la ctra. CL-626.
Día muy disfrutado y conseguido. Eso sí, dejamos aquí constancia de que: No hemos consumido la taxina de los tejos, para intentar "quitarnos de en medio", porque eso fue en tiempos de cántabros y romanos. Y que nadie ha tirado los tejos a nadie.
Texto: Justyn
Fotos: Gentileza del cámara JR.
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| Componentes en la foto de salida. |
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| Ojeando las "amajuetas" (majuelas), ya maduras. |
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| Paso por la Portilla de los Novios (cierre para el ganado en la pista). |
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| Un sumidero bajo la roca, donde desembocaba el arroyo de Tosande |
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| El arroyo de Tosande crecido por las lluvias. |
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| Recogiendo senderuelas, con abundante cantidad, como se aprecia. |
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| ¡¡Ojo!! Foto bonita de setas, pero sin conocerlas..., mejor, no recogerlas. |
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| La abundancia de lluvias provoca que el arroyo se desmadre |
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| Por la majada de Tosande, entre amajuetos (majuelos). |
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| El alto de Burrián cubierto de niebla, donde finaliza toda esta vega. |
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| El musgo que dubre las rocas y favorece la humedad y frescura del suelo. |
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| Un banco de descanso en el camino que siempre es de agradecer. |
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| El escalonado del camino por el facilita el ascenso. |
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| Se mezclan los hayas y los tejos. |
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| Ejemplar de tronco peculiar en su forma. |
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| El suelo se cubre por completo de musgo favorecido por la sombra de los tejos. |
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| Pasarela añadida para no deteriorar el entorno y mejorar el paseo. |
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| Se aprecia la oscuridad que proporciona la copa de los tejos. |
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| Algunos ejemplares cedieron al tiempo, y otros se mantiennen erguidos. |
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| El ambiente es elegante completado por la pasarela. |
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| La frondosidad del bosque es patente. |
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| Con la llegada del otoño las hojas de los hayas tapizan el suelo. |
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| Algunos ejemplares destacan por su talla. |
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| Jalonando el sendero como guardias de seguridad. |
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| La pasarela pretende evitar pisar y deteriorar las raíces que los sustentan. |
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| Algunos ejemplares son esbeltos y fornidos. |
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| Casi se hace la noche entre los tejos, por lo que hay que buscar los claros para la luz. |
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| El sendero está reforzado por tablones fijados en el suelo. |
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| Se puede apreciar la magnitud de algunos ejemplares. |
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| La parte superior de la tejeda, aunque menos frondosa, está repleta. |
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| La claridad se deja notar en los límites de este espacio. |
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| El mirador de la parte de arriba es buen lugar para observar el panorama..... |
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| y para montar el restaurante y comer. |
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| Desde el mirador se baja hacia la vaguada contigua. |
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| La zona de descenso está repleta de hayas. |
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| El musgo aqui también le da la nota de frescura al suelo |
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| Retomamos la ruta que llevamos al subir. |
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| La fuente en el cargadero y escombrera de la mina. |
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| Paso por el "arco triunfal" de la vía de ferrocarril de La Robla que cierra la marcha. |
FUERA DE LA MARCHA Y YA EN CASA......
Estas son las setas que cogio Justo, listas para comer.
¡Que aproveche!
