La marcha fue bonita, habíamos estado varias veces cerca de la ventana Relux, pero unas veces por unas circunstancias y otras por distintos motivos la cosa es que no se pudo llegar a la misma, así que por fin en esta ocasión se consiguió, y lo que es más, subimos al pico Relux que no estaba previsto en principio. Desde este pico hay muy buenas vistas en los trescientos sesenta grados a su alrededor.
El día estuvo bueno y con aceptable visibilidad, fue una jornada agradable, lo peor que sólo éramos dos, vamos que no teníamos ni con quien discutir, pero tampoco nos aburrimos...
Tardamos cinco horas de tiempo real; hicimos 15.770 metros de distancia y 716 metros de desniveles.
Casi nada más salir de Lanestosa subimos un montón de escaleras, la foto es una muestra.
El pueblo, de la provincia de Vizcaya, desde la ruta al inicio de la misma.
Aquí han montado un mirador de madera.
Barandilla protectora.
Como siempre, encontramos muchas fincas cerradas con alambre de espino.
Allá a la derecha es donde se encuentra la ventana Relux, hasta que no se está encima no se la ve.
Miguel sobre la misma, en la base superior no hay más de 50 centímetros de anchura.
El que suscribe en el mismo lugar.
Abajo vemos el pueblo de Gibaja.
En esta mole de piedra es donde se encuentra El Picón del Carlista, al fondo a la izquierda la Ermita de las Nieves.
Otra de la ventana.
Ahora la misma, sin nadie delante, para que se vea el fondo del valle.
Como puede verse es alta.
Desde otro ángulo.
Esta es una canal que creo que no se puede bajar si no es con cuerda.
El pico Relux 782 metros.
Buzón del Pico Relux.
Desde el pico Relux hay muy buenas vistas, en el centro de la imagen el Pico el Moro, a la derecha el San Vicente y detrás el Mazo Grande.
Mucha ganadería y buenos prados en esta parte de Vizcaya.
En el horizonte se divisa la cordillera con la nieve caída recientemente.
Lugar donde tuvo lugar la comida.
Otro detalle del comedor.
Estas vacas nos miraban extrañadas cuando pasábamos por allí.
Y nos vamos acercando a Lanestosa y fin de ruta.
