Este sábado habíamos quedado en Loredo, en casa de Isa, mejor dicho en la casa de la madre de Isa, para que los componentes del grupo que aun no habían visto a la niña de Isa, Micaela, la pudieran conocer y admás degustar unas patatas con chorizo y carne en dos ollas ferroviarias que llevaron Emilio y José Antonio y que fueron cocinadas por los grandes cocineros del grupo, Miguel y Emilio; antes de la comida y esperando a que la hicieran dimos un paseo por la playa y costa de Loredo, estuvimos en un mirador frente a la isla de Santa Marina desde donde se ve la entrada a la bahía de Santander, y esta capital, el puntal de Somo, cabo Mayor, Isla de Mouro, etc.
Casi nada más empezar, y yendo por una pasarela de madera, Bego se despistó y cayó de la misma, sufriendo una contusión en un pie y, al parecer, no fue casi nada más que el susto, según le dijeron en la clínica Mompía.
Micaela muy guapa y muy crecidita, con un pelo moreno y largo que con tan pocos meses ya le hace su madre un "kiki", y las ollas ferroviarias estaban "de muerte", como no podía ser de otra manera, de la mano de los afamados cocineros antes mencionados. El próximo paso a Master Chef.
Bueno, esto no se puede considerar marcha, por lo que no pondré ni distancia recorrida, ni metros ganados en altura o en descenso, así como tampoco pondré el tiempo, todo ello fue mínimo.
Voy con las fotos.
Todo el mundo quería coger en brazos a Micaela.
Miguel el cocinero y otras ayudantas.
Ahora resulta que todo el mundo quiere ser abuelo, sino preguntárselo al maestro.
Una vez picada la cebolla y el pimiento toca meterle mano al chorizo.
Otra foto de la niña.
Y otra.
Una de las ollas ferroviarias, comenzando a hacerse el fuego.
Este otro ayudante dándole vueltas al condumio, en la otra olla.
Por haber encendido el fuego más tarde esta olla iba más retrasada que la anterior, aquí la vemos con el refrito...
...y aquí ya tiene incorporado el chorizo.
La pasarela donde Bego tuvo el pequeño percance.
En una tapia vimos este geco, mediría entre diez y doce centímetros de longitud, yo nunca había visto un espécimen así en Cantabria. Son de hábitos nocturnos, no sé que hacía aquí al sol; se conocen 961 especies y algunos ejemplares tienen almohadillas adherentes en las plantas de los pies que les permiten andar por superficies lisas verticales e incluso por los techos.
Playa de Loredo, más allá playa del Puntal en Somo.
Posando en un mirador frente a la isla de Santa Marina.
Panorámica, desde playa de Loredo, de la entrada a la Bahía de Santander y esta ciudad.
De paseo por la costa.
Otra vista de la costa.
Los demás en la misma zona.
Preparando la mesa.
Primero el picoteo.
Algunos de los comensales.
y ahora al otro extremo de la mesa.
Micaela durmiendo plácidamente con un montón de muñecos a su lado mientras los demás comíamos, dice Isa que es muy buena, que no le ha dado ni una mala noche. Que siga así.
Ya queda poco de la tarta...
Este chico es sobrino de Isa y estuvo un rato hablando con Toño, el cual le dio una clase de fotografía.
Y aquí vemos a Luis y al maestro, amigos desde siempre y para siempre.
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