El que se pierde es el que encuentra nuevas sendas (NILS KJAER)

El tiempo en SANTANDER

domingo, 1 de septiembre de 2013

¡QUÉ DÍA POR TERRENOS DE CABAÑA VERÓNICA Y TORRE DE HORCADOS ROJOS!

¡Qué día! Sí. Y digo bien, porque todos los componentes de esta expedición disfrutamos de un buen día, un tiempo extraordinario, una compañía "fetén" y un sol que nos chamuscó a todos. 
Nos juntamos los que ya citó Javichu: JR, Merche, Luisi, Carlos (nuevo-hermanos de Merche y Luisi), José Antonio Marisa, Javichu, Merche (la otra, no repe), y Chuchi y yo, Justyn. 
Llegados a Fuente Dé, sin más dilación nos pertrechamos de nuestro equipo, bien calzados, bien protegidos y bien equilibradas nuestras mochilas. Se notaba que al ser día laborable, no había la aglomeración que se da los fines de semena. Aún así, había bastante movimiento, bien es cierto que la hora era un poco temprana, aunque depende de cómo se quiera ver. 
Así dispuesto el programa, se fijó la partida y aquí se dividió el grupo en dos: los que subían en el "parato" (como dice el guía Bertín), porque se les antojaba que subir por los Tornos de Liordes, la Jenduda o el Hachero, era algo un poquitín así.Y surgió la necesidad de un director de este grupo, pues Javichu, que pensábamos que su habilidad y conocimiento eran suficientes alegó que no se comprometía a asumir tal cargo, por lo que, sin pensarlo, fue JR quien se dispuso a acometer tal aventura; luego el otro grupillo decidió subir por la Jenduda, José Antonio, Tomás, Chuchi y Justyn "agarraron el toro por los cuernos" y con la alegría que les caracteriza comenzaron a subir. ¡Chuchi no corras! ¿Está empinado el tema? Pero hasta la cuerda..., ¡bueno...! Pero por este tramo se complicó algo la subida, pues había algunos deslizamientos de rocas. Nos dividimos en dos caminos de subida por los costados de la canal y fue mejor la cosa, pues el riesgo de alcances de las rocas ya no era tan  serio. Sin tregua hasta la collada pasamos "el mal trago", y, ya aquí, un alto para remojar el gaznate y picar un poco, y sin demora, mochila al hombro y seguimos hasta alcanzar la Vueltona, para ver si conectábamos con los otros compañeros. No lo conseguimos hasta que llegamos al refugio de Cabaña Verónica, donde tomanos un tentempié. Acto seguido, sin  que nadie chistara, ¡camino hacia la collada de Horcados Rojos!, aquí parada y descansillo, para acometer sin mochila la ascensión hasta la cumbre de Horcados Rojos (2.506 m.), a donde nos atrevimos a subir todos, excepto Carlos, que por la falta de hábito en estas lides y no queriendo arriesgar y su hermana Luisi. Todos conseguimos con alguna que otra dificultad hollar la cumbre sobre las 14,30 aproximadamente. Descendimos y restaurante en la collada , bien comidos, mejor bebidos y mucho mejor disfrutados con la sobremesa, aunque breve. 
Llegó la hora de descender y, en primer lugar, arracamos los que íbamos a bajar por el Hachero (los que subimos por la Jenduda), para adelantar tiempo a los que bajaban en el teleférico, que tuvieron que esperar junto a los vechículos un poco de tiempo hasta que llegamos todos.
Y así fue un día que quizá con escasa confianza de cumplir todos  el objetivo y sin embargo se logró. 
Nota.- Los reporteros gráficos serán los encargados de justificar cuanto aquí se relata, para que no haya malos entendidos y sospechas injustificadas.



Foto de salida del grupo 2


Foto en el balcón-mirador del cable superior

Hacia la Vueltona con paso firme


Por las "escarpaduras" del terreno

Llegando a la "venta de Cabaña Verónica


Foto de familia (para Carlos) con el refugio de Cabaña Verónica

El reposo del "guerrero" con el guarda escoltando


La espedición al completo reponiendo energías en Cabaña Verónica

Acudimos prestos a Horcados Rojos porque nos han llamado.


Con el adiós a Cabaña Verónica

Dando vistas al "Nevero de Merche"


Foto de grupo en el Collado de los Horcados Rojos

Foto de cumbre en Torre de Horcados Rojos


En primer plano Merche en la gran travesía de la arista

Con el Picu Urriellu vigilando, al fondo el mar Cantábrico


La cordada atravesando el "Nevero de Merche"

Despidiendo a Cabaña Verónica


Bajando hacia la Vueltona

El atardecer que va declinando.

2 comentarios:

  1. "El nevero de Merche" que bueno!! lo mal que lo pase ehhh, eso si, luego nos reimos mucho recordandolo.Muy buenos tus comentarios.

    ResponderEliminar
  2. ¡Coño! ¿Que lo pasaste tú mal? Y los que no pudimos pasar porque tú no pasabas y no nos dejabas pasar porque no podías dar la vuelta parar pasar y dejar pasar a los que iban a pasar.
    ¡Si es que cría hijos para esto!

    ResponderEliminar