El día fue muy bueno, con un sol espléndido, sin viento y con buena visibilidad.
Salimos junto a la mina, cantera de Caldas del Besaya, pasando por la explotación, por los viales que hacen las máquinas para extraer la piedra. Tuvimos alguna dificultad para salir a la pista desde la cantera, pero pronto lo conseguimos, siendo luego pista en una buena parte de la misma hasta que llegamos hasta lo que es la subida a la Capía. En el tramo de vuelta encontramos algo de barro debido a las lluvias caídas hace poco. Todo discurrió con normalidad y llegando al final tomamos unas cervezas en un bar del balneario y dimos por finalizada la marcha.
El tiempo empleado fue de unas cinco horas, ochocientos metros de desnivel, tanto de ascenso como de descenso y trece kilómetros setecientos metros de distancia.
Al principio de iniciar la marcha, en la cantera.
En plena cantera, no faltaron alguna que otra dificultad para pasar a través de la misma.
En el monte Dobra existe la mina Nieves, de sal la cual, al parecer ya dejó de funcionar como tal.
En un punto de la ruta.
No todos los días disponemos de mesa para tomar las once.
Ya hemos llegado a la cima, La Capía, 606 metros, al fondo la ciudad de Torrelavega.
Otra en el mismo lugar.
En una braña junto al pico.
Al sur-oeste del pico vemos este campo de dolinas.
Para la época en que nos encontramos, setas pocas; aquí una Lepiota Procera, de las pocas que vimos.
El personal subido a una peña junto al pico de La Capía.
En esta marcha hay algún repecho que otro...
Cuando ya nos habíamos cambiado, junto al balneario de Caldas hice esta foto con ese árbol de fondo, con los colores típicos del otoño.
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